"Atando días con alambres"

Explícame tú, que vives en las alturas, cómo se levanta uno. Cómo se vuela, cómo hacer para sentirse libre, flotando. Ya no sé reír sin cargos de conciencia, ya no sé pensar. ¿Qué puedo esperar de la vida? Si 12 años me han sabido a poco. Si todavía escucho tu risa acompañando al silencio. Todavía noto tu mano apretando la mía, con esa fragilidad..
Nada que pudiera haber hecho, aún así hice todo lo que pude. Sacabas todo lo mejor de mí, lo que nadie logró sacar y tal vez por asociación nunca saco esa parte de mí. La gente cree que podías hacer poco, pero has hecho más de lo que podríamos hacer todos juntos. Unías, hacías feliz, causabas sonrisas. Eras la mezcla perfecta de ternura y rebeldía. Me enorgullece escuchar de bocas cercanas que tenías el mismo pelo que yo de pequeña, tal rubio dorado, tal cantidad. Ahora nos has dejado el recuerdo, con el cuál no sé vivir día a día. Pero has dejado mucho más que eso, has hecho más fuerte esa unión, aunque por ahora esas sonrisas no van saliendo a la luz. Tu recuerdo me hace grande y me hace pequeña al mismo tiempo, es algo que no se puede equilibrar y con lo que duele vivir. Pero el tiempo, el mismo que te han arrebatado a ti, me aliviará, aunque nunca podrá hacer que tu olor se desprenda de mí.